Personas ¿tóxicas?

toxico

En el artículo pasado sobre la Niña Interior hacía referencia a esos conceptos que se ponen de moda en internet y que, de pronto, vemos por todos lados. Aparecen en artículos, posts en redes, reels y hasta empezamos a aplicar esos conceptos en nuestra vida diaria con asiduidad. 

Hoy os vengo a hablar de otro concepto que lleva mucho tiempo apareciendo en redes: las personas “tóxicas” (aunque me atrevería a decir que está evolucionando a “narcisistas”, que si os interesa el tema dejádnoslo en comentarios y hablaremos también sobre esto). 

¿Qué se considera en redes una «persona tóxica»?

Sería aquella persona, allegada o no, que te hace sentir incómoda, invadida, de valores cuestionables y/o conductas que te generan malestar. Algunos la definirán incluso como una persona con “mala energía” o, revisando post que hablan del tema, he llegado a encontrar que podemos “detectar” a una persona tóxica porque, después de tener un encuentro con esta, nos sentimos agotados. 

El problema que tiene todo esto para nosotras es que, si volvemos a repasar el párrafo anterior, podemos ver cómo la definición es completamente subjetiva, implica emociones que se generan en el otro, por lo que puede que a mi me genere rechazo, pero a ti no, sin embargo, ya se etiqueta a la persona de manera absoluta. 

Y aquí vendría el otro problema: cuando categorizamos a alguien como “tóxico”, hacemos una evaluación global de su persona y esto implica que, posiblemente, minimicemos sus actitudes o comportamientos positivos y nos quedaremos con aquellos que confirman nuestro pensamiento.

"Cuando categorizamos a alguien como “tóxico”, hacemos una evaluación global de su persona y posiblemente minimicemos sus actitudes o comportamientos positivos"

toxico

¿Cómo podemos expresarnos de una manera más adecuada?

Para evitar estas generalizaciones, podríamos hablar de “conductas tóxicas” que se dan en una persona, de esta manera, nos referiremos a algo que se da en un momento determinado y que lleva implícita la capacidad de cambio.

¿Qué sería un comportamiento o conducta tóxica?

Aunque podríamos hacer una larga lista y cada uno de nosotros haríamos listas diferentes, creo que podemos acabar englobándolas en: 

(pincha en cada item para leer más)

Ya sea directa o indirecta: críticas constantes, vejaciones verbales, desprecio…

Tratar de controlar al otro, conductas de posesión, manipulación o chantaje.

Patrones de minusvaloración de eventos o cosas positivas y maximización de lo negativo.

Tendencia a culpar a los demás de todo lo que le ocurre, no pedir disculpas nunca, e incluso mentir conscientemente para eludir su responsabilidad.

¿Significa esto que no existen las personas “tóxicas”?

Si bien es cierto que todos tenemos conductas tóxicas, habrá personas que las llevan más a cabo que otras, creando cierto perfil o patrón.

Categorizar de manera tan tajante, nunca trae nada bueno. Por supuesto, tenemos todo el derecho a elegir qué personas queremos a nuestro lado, sin embargo, generalizar toda una personalidad a ser tóxica (o ¿sana?), en función de una opinión subjetiva no sería la mejor opción. 

Estaremos de acuerdo en que cada uno de nosotros tiene muchos roles: no soy igual en mi trabajo, que con amigos; además, evolucionamos, somos seres cambiantes: mi Yo de hace 5 años no es el mismo que el de ahora, no respondo igual ante determinadas circunstancias, no me relaciono igual con mis parejas, amigos o familia, ¡a veces ni durante el mismo día!

"Evolucionamos, somos seres cambiantes, mi Yo de hace 5 años no es el mismo que el de ahora, no respondo igual ante determinadas circunstancias, ni me relaciono igual"

Todos podemos reconocer en nosotros momentos en los que no nos comportamos de una manera responsable, que explotamos, que no fuimos justos o que tuvimos conductas autodestructivas, esto no significa que no podamos evolucionar, reconocer nuestros fallos y cambiar.

Quiero recordar que el ser humano es ambivalente, cada uno de nosotros tiene muchas incoherencias en su personalidad, somos complejos y llevamos a cabo comportamientos que parecen (o son) incompatibles, según el momento.

Además, ¿qué es para ti ser bueno o malo? ¿Es lo mismo que para mí? ¿Es lo mismo que para tu vecino? Y ¿es que no hay conductas que en un determinado momento pueden ser positivas y en otro momento no?

Cada uno tiene una escala de valores con cualidades y/o comportamientos que nos parecen mejores o peores, aunque todos incurramos en aquello que criticamos más de lo que nos gustaría.

Los psicólogos preferimos hablar de conductas funcionales o disfuncionales (conductas flexibles y eficaces para lo que necesito en ese momento o no, respectivamente).

toxico

Estos conceptos  quitan el sesgo moral de «hay conductas buenas o malas» e implican el contexto en que son llevadas a cabo. Pongo un ejemplo muy sencillo: a priori, romper cosas sería una conducta tóxica, sin embargo, depende del contexto en que se de ¿y si necesito romper la ventanilla de un coche porque hay un animal dentro abandonado? no solo no sería tóxica, si no que además, atendiendo al contexto en el que se da, sería funcional. 

En resumen, atender a las conductas en su contexto nos ayuda a comprender al otro y a analizar con más rigor cómo nos afecta su forma de comportarse y si queremos una relación con esa persona. Por supuesto, debemos tener muy claro que comprender al otro no significa someterse.

Hablar de conductas en lugar de globalizar a la persona en buena o mala, también es una forma de autoconocimiento y autocompasión (somos seres humanos y nos equivocamos) y, además, de respeto a los demás: si llevo a cabo conductas que no me hacen sentir bien o hacen daño al otro, puedo ver los por qués y cómo se dan y así trabajar en no repetirla de esa forma en el futuro e ir evolucionando hacia una versión de mi que me haga sentirme mejor. 

Y hasta aquí nuestro artículo de la semana, esperamos que te haya resultado interesante. Si tienes cualquier duda estaremos encantadas de atenderte a través de nuestro FORMULARIO DE CONTACTO.

Gracias por estar ahí.

El Equipo de A Pleno Pulmón.

Escrito por: Cristina.

Agradecimientos a @maurice32, @tima-miroshnichenko y @arts por su colaboración fotográfica. 

[mc4wp_form id="35"]

Quizá te apetezca profundizar…

Esta página web utiliza Cookies para funcionar correctamente y mejorar tu experiencia de uso. Si continuas navegando por la web, estarás aceptando nuestra política de privacidad.