La comunicación asertiva es un tipo de comunicación no violenta, en la que tratamos de conectar con el otro, expresar lo que necesitamos y que ese mensaje llegue.
Comunicar asertivamente no es decir lo que pienso sin responsabilidad con el otro y no es una forma de ganar una discusión o de imponer tus deseos. Sí es una forma de relacionarte con el otro de manera que comprenda tus necesidades y emociones sin sentirse agredido. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que se centra en expresar sentimientos y necesidades y no críticas o juicios morales.
"Es una forma de relacionarte con el otro de manera que comprenda tus necesidades y emociones sin sentirse agredido. Se centra en expresar sentimientos y necesidades y no críticas o juicios"
La escucha
A veces se nos olvida que la base de una buena comunicación es saber escuchar. Si mientras me hablan pienso en otra cosa o en qué voy a responder, ¿estoy escuchando de verdad?
No es lo mismo oír que escuchar. Sería aquí donde entra la escucha activa: una escucha proactiva de lo que trasmite el otro, integrando no solo en el contenido verbal, si no también emociones, intención y responsabilidad afectiva.
El lenguaje no verbal
Otro elemento a tener en cuenta en una buena comunicación es el lenguaje no verbal. Comunicar no es solo qué digo, es también cómo digo las cosas.
No es lo mismo decir algo gritando, con cara de enfado o con una entonación sarcástica, que hablar de manera calmada o con un tono de voz tranquilo. Este elemento puede socavar una conversación si no lo tenemos en cuenta.
A todas las personas nos han llegado alguna vez los llamados dobles mensajes: se me está diciendo una cosa y me está llegando otra, de manera más o menos implícita, es decir lo verbal (el contenido de lo que se me dice) y lo no verbal (cómo me lo dicen) no concuerdan. Los dobles mensajes se viven con bastante malestar, al ser difícil explicitar qué está ocurriendo, suele llevar a las conversaciones a discusiones y a posturas defensivas y/o agresivas.
"Los dobles mensajes son aquellos en los que se me está diciendo una cosa y me está llegando otra de manera más implícita. Es cuando lo verbal y lo no verbal no concuerdan."
Imagina el siguiente ejemplo:
He quedado con mi pareja para ir al cine después de trabajar. Cuando llego a casa, me comenta que ha sido un día muy duro y que si me importa dejar el plan para la semana que viene. Yo contesto “Vale, no pasa nada”.
Seguro que te has visto en situaciones similares. ¿Puedes imaginar el lenguaje verbal de la respuesta de “vale, no pasa nada” si esta fuese sincera (se corresponde con el contenido)? ¿Y si no lo fuese (doble mensaje)?
La forma en la que nos expresamos puede ser: asertiva, pasiva y/o agresiva.
- Pasiva: suele corresponder a una persona a la que le es difícil expresarse, deja que los demás decidan y pone sus necesidades por detrás de la del otro. En el ejemplo anterior, la respuesta de esta persona sería más un “bueno vale, si no puede ser, no pasa nada” (cuando en realidad sí le importa o sí le molesta).
- Agresiva/autoritaria: corresponde a personas que quieren imponer sus necesidades, que tienen poca empatía y pueden llegar incluso a faltar el respeto por su forma de hablar. La respuesta de un tipo de comunicación sería “Bueno pues nada, tú verás, ya buscaré otra persona con la que ir”
- Asertiva: indica que comprendemos y escuchamos al otro y su necesidad, pero no dejamos las nuestras de lado. La respuesta podría ser: “ ¡Vaya! Me hacía mucha ilusión, aunque entiendo que estés cansad@. ¿Y si vamos mañana?”
Expresar sin juzgar
Para una comunicación responsable, debemos diferenciar entre hechos y juicios e interpretaciones. Estas ultimas, aumentan la probabilidad de que el otro se sienta atacado y, cuando esto ocurre, la escala del conflicto aumenta y solemos adquirir posiciones defensivas en las que ya no hay escucha. Si nos ceñimos a los hechos, la información se expresa de manera más neutra, no cabrán las evaluaciones de una u otra perspectiva y el mensaje llegará mejor.
Siguiendo con el ejemplo anterior, imagina dos respuestas:
- “Siempre acabas pasando de mí”
- “Los tres últimos planes que habíamos hecho los has cancelado”
¿Qué te haría sentir menos ofendid@? ¿Cuál tendría más rango de discusión?
¿Sabes diferenciar bien entre hechos y juicios?
Te invito a pinchar en las siguientes frases para ver cómo podríamos decirlas de una manera más objetiva
«Llevas toda la semana llegando a casa y poniéndote a ver la tele sin que charlemos un rato»
«Perdone, pero yo iba antes en la cola«
«Hoy te tocaba a ti recoger la casa«
«¿Te pasa algo? Llevas toda la tarde sin hablar»
«Me gustaría que me ayudases a cargar las maletas«
Para acabar, recordaros que la comunicación asertiva incluye expresar los sentimientos y necesidades de manera responsable.
Por ejemplo “(Siento que) no me quieres” es una interpretación de los sentimientos de la otra persona, al igual que no me pueden decir que no estoy triste (es una emoción individual y, como tal, siempre es válida), no le puedo decir a alguien que no siente algo. ¿Cómo podríamos decirlo?: “Me siento solo” (describe una experiencia emocional tuya, no del otro).
Evita dar a entender que hay algo incorrecto en el otro. Solo así conseguirás que empaticen contigo y empiecen a respetar tus necesidades.
"La comunicación asertiva es expresar los sentimientos y necesidades de manera responsable. Evita dar a entender que hay algo incorrecto en el otro. Solo así conseguirás que empaticen contigo"
En entradas posteriores profundizaremos en cómo hacer peticiones de manera asertiva y qué lenguaje es el más adecuado para expresarnos de esta manera.
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El Equipo de A Pleno Pulmón.
Escrito por: Cristina.
Agradecimientos a @padrinan, @olly, @ketut-subiyanto, @leah-kelley-50725 por su colaboración fotográfica.
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