Aquí y ahora: 3 ejercicios para conectar con el presente

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No es ninguna novedad que vivimos en la sociedad de la productividad, muchas personas sufren o se inquietan si sienten que no están haciendo “nada”. 

Posiblemente como reacción a esto, desde hace un tiempo se están poniendo de moda muchos conceptos como mindfulness, meditación, atención plena, yoga, slow life… que reivindican la importancia de parar y adoptar otro ritmo menos acelerado.

Son muchas las personas que ven la necesidad de tener esos momentos de parón y, dentro de la vorágine de su rutina, intentan hacer pequeños huecos en su apretada agenda para hacer estas actividades o ejercicios.

Pero ¿por qué es tan importante parar y traer nuestra atención al presente? 

“Nuestra mente no distingue entre futuro y pasado, tiene la cualidad de traer al presente tanto aquello que ya ha sucedido como algo que quizás nunca llegue a suceder”.

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Nuestra mente es atemporal

Te cuento algo. Nuestro cerebro es un órgano asombroso y muy complejo que aún guarda muchos misterios acerca de su potencial. Algo que sí sabemos es que nuestra mente carece de la cualidad de saber si lo que yo estoy pensando en este momento es real o inventado, si ya ha sucedido o quizás es algo que nunca sucederá… lo que yo llevo a mi mente, de forma más o menos consciente, más o menos automática o controlada, lo vive como real.

Vamos a hacer una pequeña prueba:

  • Piensa en alguna preocupación que tengas actualmente, algo que tengas que hacer en un futuro no muy lejano y que te inquiete un poco. Dedícate unos instantes a pensar en ello. Ahora obsérvate. ¿Qué sientes? ¿Qué sensaciones tienes en tu cuerpo? ¿Cómo te encuentras?
  • Toma una respiración profunda. Ahora vamos a cambiar. Esta vez trae a tu mente un momento pasado, de tu infancia o juventud por ejemplo, que recuerdes con cariño. Reproduce los detalles de ese momento en tu pensamiento. Con quién estabas, qué pasaba en ese momento, cómo te sentías… Y quédate unos instantes observando esa situación.

Probablemente, si te has tomado el tiempo de conectar con eso, te darás cuenta cómo esas sensaciones vuelven a ti.

A menudo sufrimos o tenemos malestar porque estamos anticipando preocupaciones o miedos. Posibles escenarios que no tenemos la certeza de que vayan a darse pero cuya incertidumbre genera pensamientos intrusivos que nuestra mente interpreta como peligros reales. 

Otras veces, nos anclamos en recuerdos o situaciones pasadas que nos llenan de tristeza. 

Siguiendo el pequeño experimento que hemos hecho, si centramos nuestra atención y energía en otros momentos temporales, momentos que nos inquietan y que quizás no hemos acabado de resolver, los estamos “reviviendo”. Es decir, los estamos experienciando como si se estuvieran dando en este momento, ocupando el único espacio temporal en el que realmente podemos actuar. Traemos el malestar a nuestra realidad presente

“Si centramos nuestra atención y energía en otros momentos temporales estamos ocupando el único espacio temporal en el que realmente podemos actuar, el presente”.

Lleva tu atención al ahora, a este instante, ¿Qué está pasando? Lo más probable es que no te esté pasando “nada”. Estás a salvo, tranquila leyendo este artículo. 

Por eso, conectar con el presente permite que nuestra mente se calme y esto nos ayuda a pensar con más claridad, resolver los problemas de forma más creativa y serena, ver qué es lo que realmente está en nuestras manos y lo que debemos soltar.

Entonces, ¿anticipar o recordar es malo?

Podemos usar esta cualidad a nuestro favor

Ten presente que esta capacidad de nuestra mente puede usarse en las dos direcciones: también puedo conectar con sensaciones agradables pasadas o futuras y traerlas al presente para usar toda su paz, calma, energía… para que me ayuden en mi presente. Si bien es cierto, cuando nos sentimos mal, sufrimos una época de más nerviosismo o tenemos un estado de ánimo más bajo, alejarnos del presente suele ser fuente de malestar.

Recordar nos puede conectar con momentos hermosos, con aprendizajes, con situaciones duras que fuimos capaces de superar, con lugares a los que realmente no queremos volver. Anticipar nos permite ser funcionales, más resolutivas a distintos niveles, saber hacia dónde nos dirigimos y cómo llegar allí. Yo necesito un grado de anticipación para que mi rutina fluya, planificar mis comidas para poder tener una alimentación saludable teniendo en cuenta el tiempo que tengo o que tengo que llevarme mi comida al trabajo, por ejemplo. Anticipar permite trazar un plan, establecer metas, fijar objetivos, por eso es importante dedicar un tiempo a ello pero una vez hecho, debemos volver al presente, que es donde podemos estar para ir dando los pasitos que nos permitan avanzar, aprender, disfrutar. Usemos esta herramienta a nuestro favor.

No consigo parar mis pensamientos. ¿Cómo puedo conectar con el presente?

Una muy buena forma de empezar a trabajar en esto es la respiración. Piensa que no puedes respirar ni el aire de mañana ni el de hace tres meses, solo puedes respirar el aire de ahora y en este instante todo está “bien”. Estás respirando. Obsérvate. Conecta con esta sensación de estar oxigenando tu cuerpo, de darle vida. 

Desde aquí te animamos a que empieces a trabajar con la respiración. Es un trabajo que requiere de constancia, pero si logras ser perseverante empezarás a notar pronto sus beneficios. 

La respiración es una herramienta muy poderosa que nos permite regularnos a nivel emocional (¡y es gratis!). Es una función automática que al mismo tiempo podemos hacer consciente y modificar a través de nuestra atención. Simplemente el hecho de observar cómo se da nuestra respiración ya puede ser muy beneficioso. Además, modificar nuestra respiración para que se dé de forma lenta, con una exhalación larga, está relacionado con la regulación del ritmo cardíaco, algo que nos permite calmarnos y pasar de la activación de nuestro sistema nervioso simpático (aquel que nos prepara para la acción)

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 a la parte del parasimpático que nos permite relajarnos y conectar con los demás y con nosotras mismas.

Como podrás imaginar, trabajar en la respiración no va a resolver todos nuestros problemas o situaciones complejas, pero sí que nos puede ayudar a gestionarlas y a emplear mejor nuestros recursos en la resolución de problemas.

“Modificar nuestra respiración para que se dé de forma lenta, con una exhalación larga, está relacionado con la regulación del ritmo cardíaco, algo que nos permite calmarnos”.

3 ejercicios para empezar a practicar

En el artículo de hoy queremos proponerte tres ejercicios muy sencillos que pueden ayudarte a empezar a tomar consciencia de momento presente y así calmar tu mente.

En nuestra rutina muchas veces ni siquiera nos damos cuenta que tenemos que parar, sentimos que no tenemos tiempo. Llega el final del día y hemos olvidado aquellos buenos propósitos para tomarnos la vida con un poco más de calma y consciencia.

Con este ejercicio te proponemos que hagas 5 breves paradas en tu día: Programa 5 alarmas en tu móvil: por la mañana, a media mañana, al mediodía, por la tarde y por la noche. Prográmalas en momentos que sepas que no supondrán una gran interrupción para ti (si piensas que 5 puede ser muy complicado, puedes empezar con 3).

De qué trata el ejercicio: muy simple, cada vez que suene la alarma simplemente para, toma algunas respiraciones profundas y toma conciencia de cómo estas en ese instante (quizás estas muy acelerada, o con un mala postura) y fíjate en si hay algo que puedas darte en ese momento para sentirte mejor y de ese modo no seguir arrastrando ni acumulando malestar (un pequeño estiramiento, bajar el ritmo, ajustar tu planificación, rectificar tu postura…). Simplemente esto, ¡no te va a llevar más de un minuto! 

Este es un ejercicio muy potente para empezar a ganar consciencia sobre nuestro propio estado y necesidades.

¿Te ha pasado alguna vez que estás haciendo la compra pensando que tienes que ir al gimnasio, en el gimnasio, pensando que tienes que ducharte rápido, en la ducha, pensando que tienes que preparar la cena…? Y así, nunca estamos donde realmente podemos estar, en el presente, porque parece que nuestra mente vaya siempre un paso (o más) por delante.

Este ejercicio proviene del Mindfulness y consiste en hacer alguna actividad, cualquiera, como si fuera la primera vez que la haces. Como si fueras una niña que está descubriendo algo nuevo o un extraterrestre que acaba de aterrizar en nuestro planeta, observando con todos tus sentidos aquello que estás realizando en ese instante.

Algunos ejemplos serían:

  • Darte una ducha “duchándote”. Es decir, sintiendo la temperatura, las sensaciones en tu piel, el olor del jabón, escuchando el sonido del agua al caer, etc.
  • Dar un paseo observando todo lo que ves, los colores, los olores, los sonidos y ruidos que hay en el ambiente, la sensación del aire en tu cara, cómo se encuentra tu cuerpo…
  • Lavar los platos poniendo atención en la textura de la esponja, la sensación de la temperatura del agua, el olor y color del detergente…
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Atender con todos nuestros sentidos el momento presente, hacer las cosas con conciencia plena para que la mente se focalice y pueda bajar revoluciones. Este entrenamiento sirve también para mejorar la capacidad de foco y concentración. Cada cosa en su momento. También me permite disfrutar de aquello que estoy haciendo sin distracciones pasadas o futuras. 

No es necesario (ni posible) estar las 24h practicando esto, pero sí puedo empezar a realizar este ejercicio en pequeños momentos de mi día e ir valorando cómo me siento. 

Puede parecer obvio pero no siempre le dedicamos el tiempo necesario: hobbies, actividades que te hagan disfrutar, que te traen paz, que te hagan perder la noción del tiempo. Este tipo de actividades nos permiten centrar toda nuestra atención en algo que nos gusta, eso calma nuestro pensamiento y nos permite “cargar pilas”. Reserva espacios en tu agenda para practicarlas, regálate esos momentos para ti.

Esperamos que puedas poner en práctica estos ejercicios y que te sean de ayuda. Cuéntanos qué te han parecido y si tienes alguna duda o quieres saber más formas de conectar con el momento presente y parar ese torrente de pensamientos que a veces nos invaden, sabes que puedes contactar con nosotras en cualquier momento 🙂 

 

Escrito por: Érica

Equipo de APleno Pulmón

Agradecimientos a @pixabay, @daniele-la-rosa-messina-1626789, @nida-5079840, @sharkbite43 por su colaboración fotográfica. 

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