Debes prepararte para gestionar la “abstinencia”. Las ganas de volver a contactar con la otra persona, saber cómo le está yendo, pueden volver. Aférrate al compromiso con tu bienestar y piensa que esa sensación va a pasar, pero necesitas un tiempo de adaptación.
Todo este trabajo personal te va a permitir dar respuesta a preguntas cómo: ¿Qué ha sucedido en tu historia, qué patrones has adquirido que te mantienen en una relación que te daña? ¿Cómo puedes construir un nuevo rol en pareja que te haga sentir valiosa? De esta forma aprenderás a tomar un papel activo para responsabilizarte de tu bienestar y a soltar lo que no te pertenece, dejando el sentimiento de culpa atrás y evitando repetir ciertos patrones.
Salir de una relación de dependencia puede ser un camino largo y complicado, no dudes en buscar ayuda profesional si lo necesitas.