Dependencia Emocional ¿Cómo salgo de ahí?

La dependencia emocional (en el caso de una relación amorosa) puede equipararse a una adicción a la otra persona en los siguientes aspectos:

En situaciones de este tipo lo que ocurre es que la relación de dependencia tiene una función compensatoria respecto a otras necesidades emocionales de la persona que la padece.

 

Si quieres saber más sobre la dependencia emocional y cómo detectar si estás en una relación de este tipo te recomiendo que visites la entrada del blog en la que explicamos cuáles son las seis preguntas que puedes hacerte para saber si estás dentro de una relación de dependencia.

La relación de dependencia tiene la función de suplir otras necesidades emocionales no cubiertas en la persona que la padece.

¿Se puede salir de una relación de dependencia?

Sí, aunque como ya debes imaginar no es un camino fácil.

 

Aquí te dejamos algunos de los pasos necesarios, pero no olvides que no estás sola/o y que un acompañamiento profesional puede ayudarte en este proceso.

Para empezar tienes que reconocer que para ti esa no es una relación satisfactoria. Debes ser muy honesta y ponerle nombre: DEPENDENCIA.

Obsérvate desde otro punto de vista. Puedes hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué he modificado en mí para no perder al otro?
  • ¿Qué situaciones se han repetido una y otra vez? A pesar de esperar lo contrario, de promesas o de largas conversaciones. Acepta que eso no va a cambiar. 

Elabora una lista sobre lo que no te gusta del comportamiento de la otra persona o las dinámicas de vuestra relación que te generan malestar, de aquellas promesas que nunca se cumplen…

  • ¿Qué me sucede a mí para que reaccione de esa forma cuando la otra persona…?
  • Reconoce tus miedos e inseguridades.
  • Responsabilízate de tu vida y tu bienestar, define qué es lo que quieres para ti y elimina el sentimiento de culpabilidad.
  • Trabaja tu autoconcepto a través del autoconocimiento y la aceptación.
  • Aprende a poner límites y a comunicar.

Terminar una relación es como un duelo, una pérdida a distintos niveles a la que tendrás que adaptarte y seguramente no será un camino fácil.

  • Reafrimate con la idea de que crees que mereces una relación con la que te sientas segura/o.
  • Aprende a estar a gusto contigo misma/o. Estar sola puede estar lleno de momentos hermosos, y no significa que empieces una etapa de soledad. 

Debes prepararte para gestionar la “abstinencia”. Las ganas de volver a contactar con la otra persona, saber cómo le está yendo, pueden volver. Aférrate al compromiso con tu bienestar y piensa que esa sensación va a pasar, pero necesitas un tiempo de adaptación.

Todo este trabajo personal te va a permitir dar respuesta a preguntas cómo: ¿Qué ha sucedido en tu historia, qué patrones has adquirido que te mantienen en una relación que te daña? ¿Cómo puedes construir un nuevo rol en pareja que te haga sentir valiosa? De esta forma aprenderás a tomar un papel activo para responsabilizarte de tu bienestar y a soltar lo que no te pertenece, dejando el sentimiento de culpa atrás y evitando repetir ciertos patrones.

Salir de una relación de dependencia puede ser un camino largo y complicado, no dudes en buscar ayuda profesional si lo necesitas.

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Érica de A Pleno Pulmón.

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