¿Cómo cuidar mi salud mental estas Navidades?
Quizá lo hablemos poco, pero no es sorpresa de nadie sentir en ocasiones obligación de asistir a eventos a los que no nos apetece, sentir emociones que no nos nacen o estar con personas con las que no nos agrada compartir.
Y sin embargo, ya está aquí la Navidad, con todo lo que conlleva. Es tiempo de disfrutar de nuestros seres queridos, de dar y recibir regalos, de tomarse unas pequeñas vacaciones, del disfrute, de ponernos nuevas metas y propósitos para el nuevo año que comienza. ¿O eso nos han vendido? No tiene por qué ser todo alegría, amor y abundancia cuando aterrizamos en el mundo real. Para muchas personas, o incluso para quienes también se identifican con una visión más alegre de las fiestas (con esa innegable ambivalencia que sentimos en ocasiones ante la vida), la Navidad también puede significar tener que ver a familiares que no nos hacen bien, consumismo, culpabilidad por disfrutar, vacaciones que nos acaban sabiendo a poco… o simplemente, puede ser que no estemos atravesando un buen momento. Estas fechas pueden llevarnos a experimentar un elevado nivel de malestar y estrés, y por ello, queríamos ofrecerte una serie de consejos para cuidar tu salud mental.
Comentarios y “cuñadismos”
“¿Para cuándo el novio?”, “¿Para cuándo el bebé?”, “¿Para cuándo el trabajo?”, “Has engordado”, “ya está la feminista…”. Hay personas que, quizá por falta de empatía, son capaces de soltar muchos de estos comentarios en tiempo récord, y las cenas de Navidad suelen ser uno de sus escenarios favoritos.
Todos podemos fastidiarla a veces, somos personas. Sin embargo, antes de hacer un comentario a alguien de nuestra familia, deberíamos pensar en cómo se puede sentir la otra persona ante una pregunta de este tipo. Lo primero es que seguramente nadie nos haya preguntado, y dar consejos y opiniones cuando nadie los ha pedido suele ser una mala idea. En general, tratemos de evitar:
- Las preguntas que comienzan por “para cuándo…”. Cada persona tiene sus tiempos y sus circunstancias personales, no deberíamos presionar a nadie a encajar en un molde
- Comentarios que impliquen una apreciación sobre los hábitos o el aspecto físico del otro
- Aleccionar e imponer nuestra manera de pensar a la otra persona (“tú lo que deberías hacer…”)
Si formas parte del colectivo feminista, LGTBIQ+, ecologista, defensora de los animales, eres una persona físicamente no normativa, o simplemente con la mente abierta en el seno de una familia conservadora, seguramente suelas ser víctima de ataques a tu manera de pensar, de ser o de sentir, de manera gratuita. Lo primero que has de saber es que no tienes por qué responder a estos comentarios si no te apetece. También tienes derecho a enfadarte y a sentirte molesta. Una buena manera de afrontar esta situación, podría ser una evasiva del tipo: “no me apetece hablar de este tema”. Puedes retirarte, o puedes sacar un nuevo tema de conversación del cual sí te sientas cómoda para hablar. Pensar aquellos temas que tienes en común con el “cuñado” de turno puede ser una buena estrategia para tener la cena en paz.
“Lo primero que has de saber es que no tienes por qué responder a estos comentarios si no te apetece. También tienes derecho a enfadarte y a sentirte molesta.”
Descanso y límites
Las Fiestas Navideñas están repletas de compromisos con familiares y amigos a los que quizá te apetece mucho acudir, o quizá no. Es tu decisión, y de nadie más, el ir o no ir a los planes que se te vayan planteando. Y es cometido de los demás entender que, a veces, detrás de una persona que falta a una cena de Navidad, hay alguien que está tratando de protegerse de la presencia de alguno de los comensales, o que simplemente necesita parar y descansar. Y ambas posturas son más que válidas. Sabemos que no es fácil decir que no en fechas tan señaladas, sobre todo si tenemos una tendencia a querer complacer al resto, aunque esto nos implique un sobreesfuerzo.
Sin embargo, si alguien trata de convencerte para que acudas a un evento, tienes que saber que no tienes por qué acudir a ningún sitio por el mero hecho de cumplir con lo que sientes que se espera de ticomplacer al restoa otro. Poner límites es difícil, e incluso puede llevarnos a perder o deteriorar algunos vínculos, no te vamos a engañar. Pero, si nos comunicamos desde la asertividad, poniendo en valor nuestro sentir y nuestras necesidades, te aseguramos que aquellas personas que sean capaces de empatizar con nosotros y que nos respeten sí que se quedarán a nuestro lado, y esos, en nuestra opinión, son quienes más merecen la pena.
“A veces, detrás de una persona que falta a una cena de Navidad, hay alguien que está tratando de protegerse de la presencia de alguno de los comensales, o que simplemente necesita parar y descansar.”
Permitirse sentir lo que sea que estés sintiendo
Sobre todo, si te encuentras especialmente desanimado en estas fechas. A nivel global, los dos últimos años han sido complicados para todos. Ahora mismo, sabemos que la cosa está complicada. Y quizá, además de todo esto, tu vida a título personal tampoco está atravesando su mejor momento. Permítete descansar, permítete estar triste, enfadada, como te estés sintiendo. Las emociones desagradables son inevitables, pero podemos tratar de aceptarlas y regularlas, para que sean menos intensas y duraderas. ¿Cómo podemos hacer esto?
- Dándonos a nosotras mismas un respiro: simplemente parando, descansando
- Haciendo actividades que resulten agradables para nosotras y nos hagan sentir mejor: el deporte, el yoga, escribir, la música, leer un buen libro o ver una buena serie…
- Apoyándonos en aquellas personas que nos comprenden y que nos aprecian. No tienes porqué cargar con eso que te está pasando tú sola. Y si ves que se te complica la tarea, ya sea porque te cuesta compartir tus emociones con tus allegados, porque tus personas de referencia no se muestran receptivas o careces de un entorno seguro, puedes buscar ayuda profesional. Los seres humanos necesitamos el apoyo los unos de los otros para atravesar los momentos difíciles.
- Date permiso para poner límites, pero también para no ponerlos. ¿Cómo es eso? Sencillo. A veces tratando de cuidarnos podemos caer en la culpabilidad de no haber puesto un límite que "sé de sobra que debería"... pero precismente las navidades tienden a ser fechas especialmente complicadas. Celébralo si lo consigues, pero abrázate también si estás pasando por unos momentos estresantes y no has llegado tan lejos como te habría gustado.
“Permítete descansar, permítete estar triste, enfadada, como te estés sintiendo. Las emociones desagradables son inevitables, pero podemos tratar de aceptarlas y regularlas, para que sean menos intensas y duraderas.”
Esperamos que esta pequeña guía te haya resultado útil. Para cualquier duda, aunque estos días estaremos descansando, contestaremos tan pronto como nos sea posible a través del email, whatsapp o móvil que puedes encontrar en la pestaña de contacto. También puedes suscribirte a nuestra Newsletter para recibir materiales de forma gratuita todos los meses.
Te deseamos que pases unas fiestas lo más agradables posible. Un abrazo fuerte,
Marta de A Pleno Pulmón.
Pd. Gracias a @cottonbro por su colaboración en una de las fotos de este post