Cuando una persona del equipo docente o figura de referencia (padre, madre) valora, anima y ve a la niña/o capaz, a través de sus actitudes le devuelve un reflejo positivo de sí misma/o, contribuyendo a que tenga creencias positivas sobre sí misma/o y sus capacidades. Esto hará que la niña/o tenga más probabilidades de cumplir sus metas y objetivos al sentirse capaz de hacerlo.
Si mis figuras de referencia me repiten de manera sistemática lo válida/o, inteligente, o aplicada/o que soy, actuaré de manera que mis actos se correspondan con aquello que me han dicho que soy y puedo llegar a ser y tendré creencias positivas sobre mí misma/o que me permitan alcanzar mis objetivos.