La voz autocrítica dentro de nosotras

Hace unas semanas, os hablábamos de la autocompasión como el mejor remedio para esa vocecita interna que nos critica y machaca sin piedad. Pero ¿qué es exactamente la autocrítica? ¿de dónde viene esa voz? ¿Por qué a veces somos tan duras con nosotras mismas?

autocritica

¿Qué significa ser “autocrítica”?

La autocrítica es esa parte de nosotras que se para a analizar nuestro desempeño en el mundo. Nos ayuda a hacer balance entre lo que quiero lograr y lo que obtengo, por lo que, en realidad, bien nos podría llevar al aprendizaje y a la adaptación. Sin embargo, muchas veces, acaba desembocando en la desvalorización y el sentimiento de culpa.

Este proceso de autoanálisis genera un conjunto de creencias y emociones sobre nosotras mismas, que pueden estar dirigidas al crecimiento y desarrollo personal, o, por el contrario, a la auto-humillación y el auto-castigo.

“Este proceso de autoanálisis genera un conjunto de creencias y emociones sobre nosotras mismas, que pueden estar dirigidas al crecimiento y desarrollo personal, o, por el contrario, a la auto-humillación y el auto-castigo”

La autocrítica sería por tanto el proceso mental por el cual me analizo y me valoro.

En su polo positivo, me ayuda a identificar y aprender de mis errores, y a visualizarme como una persona que puede superarse a sí misma y mejorar con cada aprendizaje. Para que esto ocurra, será necesario tratarnos con la amabilidad y la humanidad que proporciona la actitud autocompasiva.

En su polo negativo, la autocrítica hace que tengamos una imagen negativa de nosotras mismas, tiñéndola de negatividad, teniendo en cuenta tan sólo nuestros errores, y obviando todo lo positivo.

 

Entonces, ¿la autocrítica no es mala?

No esencialmente. Es importante que entendamos que la autocrítica apareció en nosotras por alguna razón. En el fondo, lo que busca es protegernos del sentimiento de rechazo y de infravalía. Es un mecanismo que adquirimos en algún momento de nuestra vida, que trata de evitar que cometamos ciertos errores, que experimentemos ciertas emociones en relación con los demás (como el rechazo o la vergüenza como vimos en esta entrada [incluir enlace]), y que nos permite hacer un análisis de cuánto difiere quien soy de lo que quiero llegar a ser. La clave está en aprender a canalizar esta parte de nosotras de manera que juegue a nuestro favor y no en nuestra contra.

La autocrítica se vuelve un problema cuando se manifiesta en nosotras a través de sentimientos de humillación e inferioridad, una imagen negativa sobre una misma y una duda sobre nuestra propia valía. Cuando se convierte en una parte de nosotras que, efectivamente, trata de ayudarnos a reducir las experiencias de rechazo, a adaptarnos a lo de fuera para encajar, pero que no nos ayuda en absoluto a autorregularnos cuando cometemos un error, ya que, esa crítica destructiva tan sólo nos hace sentir cada vez peor.

 

Autocrítica y sentimiento de culpa

La autocrítica tiene mucha relación con el sentimiento de culpa. La culpa es una emoción que sirve para que nos cuestionemos si es posible que hayamos actuado en contra de nuestros valores morales y que esto haya podido dañar a alguien. Esto nos anima a revisar si tenemos que poner en marcha una reparación de ese hipotético daño ejercido sobre el otro.

Esta emoción puede llevarnos a iniciar un diálogo interno que, en vez de orientarse hacia el aprendizaje y la reparación, puede estar dirigido por la negatividad y desembocar en autocrítica. Si me culpo de todo lo que pasa, si pongo en mi el foco del problema sin tener en cuenta otros factores y mi condición humana, la autocrítica nos genera una manera de vernos en el mundo construida sobre la culpa.

critica

“Si me culpo de todo lo que pasa, si pongo en mi el foco del problema sin tener en cuenta otros factores y mi condición humana, la autocrítica nos genera una manera de vernos en el mundo construida sobre la culpa.”

Pero, ¿en qué momento se ha consolidado esta manera de hablarme a mi misma?

Como mencionábamos más arriba, ser una persona con tendencia a la autocrítica no es una casualidad. Este diálogo interno, a pesar de ser potencialmente dañino para nosotras y nuestra autoestima, nació dentro de nosotras en un intento de protegernos.

La autocrítica puede venir de la interiorización del discurso de personas relevantes para nosotras en etapas tempranas de nuestro desarrollo. Un discurso con una carga emocional negativa. Es decir, es posible que personas cercanas, que eran referentes para nosotras (ya sean nuestros padres, familiares, amigos, profesores o compañeros de colegio…) nos hayan devuelto una imagen negativa de nosotras mismas, a través de la crítica, la no aceptación de nuestra manera de ser, o la invalidación emocional. Incluso también podría ser que hayamos aprendido de ellas esa manera de tratarse a una misma, como sería el caso por ejemplo de una mamá que se critica mucho a sí misma delante de su hija.

“La autocrítica puede venir de la interiorización del discurso de personas relevantes para nosotros en etapas tempranas de nuestro desarrollo. Un discurso con una carga emocional negativa.”

Pero no sólo nuestros familiares y amigos, cómo se hablan a sí mismos y la visión que nos han devuelto de nosotras influyen en que seamos más o menos autocríticas. La sociedad en la que vivimos también juega un papel importante aquí. Los estándares que nos impone sobre cómo debemos ser (de belleza, de éxito, de pareja…), la competitividad y la comparación social son ingredientes muy presentes en la conformación de esta voz crítica en su versión más destructiva.

La buena noticia es que, entender de dónde viene mi vocecita autocrítica en particular, cuándo y cómo empezó a tomar forma, me permite comprenderme mejor, y ser más libre para elegir otras maneras de hablarme a mi misma. Nuestra historia no tiene por qué ser nuestra sentencia, también puede ser el punto de partida para cambiar los patrones que nos enseñaron, para hacer las cosas de otra manera más amorosa y compasiva con nosotras mismas.

autocritica

“La sociedad en la que vivimos también juega un papel importante aquí. Los estándares que nos impone sobre cómo debemos ser (de belleza, de éxito, de pareja…), la competitividad y la comparación social son ingredientes muy presentes en la conformación de esta voz crítica en su versión más destructiva.”

Para ello, el espacio terapéutico será un buenísimo escenario, ya que puede ser complejo entrar en contacto con estas partes de nosotras mismas sin perder las riendas por todo el sufrimiento que indudablemente hay detrás. Si podemos ayudarte, no dudes en contactar con nosotras. Estaremos encantadas de atenderte a través de nuestro FORMULARIO DE CONTACTO. 

 Además, todos los meses mandamos un email con material gratuito. Si te apetece recibirlos y formar parte de nuestra comunidad te invitamos a que te suscribas a nuestra Newsletter

Gracias por leernos y por estar ahí

Escrito por:  Marta.

Equipo de A Pleno Pulmón.

Agradecimientos a @souvenirpixels,  @cottonbro, @quang-nguyen-vinh, @nurseryart por su colaboración fotográfica. 

[mc4wp_form id="35"]

Quizá te apetezca profundizar…

Esta página web utiliza Cookies para funcionar correctamente y mejorar tu experiencia de uso. Si continuas navegando por la web, estarás aceptando nuestra política de privacidad.