¿Cómo podemos mejorar nuestro deseo sexual?

¿Qué es el deseo? 

Siguiendo la definición propuesta por SEXPOL el deseo sexual se define como el impulso (o apetito sexual) provocado por la interacción de procesos o estímulos de carácter biológico, psicológico y social, que nos llevan, nos motivan, a buscar el objeto que lo satisfaga.

Kaplan (1982), indicó que el deseo sexual es un apetito o impulso producido por un sistema neural específico en el cerebro, en tanto que las fases de excitación y de orgasmo afectarían a los órganos genitales. Tal definición global diferenciaría la expresión genital del deseo sexual, no siendo equiparables.

Es decir, el deseo forma parte de la respuesta sexual: deseo, excitación, meseta, orgasmos, resolución y satisfacción. Si bien el deseo sexual como tal no tiene que ver con la expresión genital, es fundamental para completar una satisfactoria relación sexual.

Ahora bien, hemos de saber que el deseo fluctúa. En momentos de estrés (que nos aleja del bienestar sexual), ante circunstancias adversas o simplemente porque sí, es posible que baje, y no pasa absolutamente nada. Lo importante es ser conscientes de esos momentos y darles espacio. 

Ahora bien, el problema se produce cuando queremos sentir deseo, llevamos mucho tiempo sin sentirlo y no sabemos cómo hacerlo.

"El deseo fluctúa en momentos de estrés, ante circunstancias adversas o simplemente porque sí, es posible que baje, y no pasa absolutamente nada"

¿Cómo puedo mejorar mi deseo?

 

El deseo se trabaja a diario como toda habilidad física o mental. Por ejemplo, cuanto más tiempo le dediques a aprender un nuevo idioma más fácil será poder comprenderlo y practicarlo. Lo mismo ocurre con nuestro deseo.  Cuánto más lo ejercites y le otorgues tiempo de calidad, más fácil será sentir deseo.

 

Os presento 3 astucias para ir mejorando e incorporando tu deseo en el día a día.

¡Pincha en cada uno para averiguar cómo!

Es decir, no se trata de esperar a las 22h de la noche cuando estamos exhaustas para dedicarnos un espacio a conectar con nuestro deseo, que sí, que además se puede hacer. Si no de conectar con ello desde el inicio de nuestro día, para ir integrándolo a lo largo de nuestros descansos. Por ejemplo, en vez de mirar Instagram o Tik-Tok, aprovecha esos momentos para pensar en lo que te hace vibrar y estimular tu deseo sexual. Puede ser desde buscar relatos eróticos, dejar volar tu fantasía más morbosa, escuchar y ver escenas eróticas, e incluso escribir relatos eróticos. Se trata de pensar en lo que conectamos más, para sacar a la luz su vertiente erótica.

A través de las gafas eróticas. ¿Qué significa? Se trata de buscar de manera activa, lo que nos atrae y nos hace vibrar de nuestro entorno. Puede ser desde un buen físico, hasta un olor, como una mirada.

 Y dando rienda suelta a tu imaginación o erotizando tus sentidos.

Lo primero que has de hacer es agendar una hora para estar contigo a solas. Como si de una cita especial se tratara. Una vez agendado, prepara y decora tu habitación para estar lo más cómoda posible. Antes de tu tarde o noche con tu cita a solas, tómate una ducha erótica en la que vayas sintiendo como el tacto del agua estimule alguna parte de tu cuerpo que conocía o aún no has explorado. Simplemente ve sintiendo sin juzgar ni esperar que alguna parte sea estimulada. Al acabar, y con un ambiente cálido, desnuda o con ropa cómoda. Acomódate en sábanas limpias, para explorar cada parte de tu cuerpo a través de caricias, explora zonas que nunca antes habías explorado, ¿las axilas te producen placer? ¿tus brazos?, ¿pechos? No dejes ni una parte sin explorar. Si quieres puedes ir de arriba abajo, empezando por tus cabellos, rostro, pasando por tus brazos, pecho, piernas y pies. Y luego subiendo.

Ve cambiando el tipo de tacto, primero acaricia suavemente, luego aumenta la intensidad del tacto. Lo importante es ir dejándose llevar. Mientras tanto, puedes ir fantaseando sobre tu practica favorita, y si necesitas ayuda, no dudes en usar una novela erótica, música sugerente. Y si no lo sabes, aprovecha la semana para ir averiguando que te va gustando o estimulando.

Si al principio no sientes que te haga vibrar mucho, no pasa nada, dale una oportunidad. Lo importante es que te guste. En la próxima ocasión puedes usar otro recurso como por ejemplo poner una escena erótica de tu película favorita.

 

Estos tres recursos sirven para empezar a explorar y dar espacio en tu día a día a tu deseo sexual.

Ahora bien, hay más sentidos que explorar, y diferentes formas de probar, depende de los gustos de cada una, optarás por uno u otro. Y si no lo sabes, no dudes en explorar y dejarte llevar.

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Si una vez realizados estos ejercicios, sientes curiosidad o dudas de cómo mejorar tu deseo, no dudes en solicitar una consulta a una sexóloga, acudir a talleres de cómo mejorar tu deseo o incluso informarte a través de libros especializados como el libro de Georgina Burgos de “Mente y deseo en la mujer”, el de Eva Moreno “Mi deseo depende de mí” o el “Agendario erótico para nosotras”, en el que se trabaja esencialmente cómo mejorar nuestro propio deseo.

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¿Y a ti? ¿Cómo te gustaría cultivar tu deseo?

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Gracias por leernos y esperamos que te haya resultado interesante y puedas descubrir nuevas sensaciones en ti.

El Equipo de A Pleno Pulmón.

Escrito por: Ágatha.

 

 

Agradecimientos a @fotios-photos, @taryn-elliott, @shvetsa y @arthousestudio por su colaboración fotográfica. 

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