En María, observamos cambios de estado de ánimo, aislamiento, problemas para dormir, problemas de concentración, baja autoestima, e incluso un posible trastorno de alimentación incipiente.
Con la historia de Juan, vemos cómo el maltrato en la infancia puede tener secuelas a largo plazo, ya que sus padres, sus figuras de apego, sobre quienes recae la idea que se formará sobre sí mismo y sobre los demás, le controlan, insultan y amenazan de manera constante. Esto tiene un impacto en su manera de relacionarse con sus emociones y con los demás en la etapa adulta.
Por último, vemos como Julia justifica la conducta de Román y trata de minimizar la situación. Alberga la esperanza de que su pareja cambie. Experimenta cambios en el estado de ánimo y se culpabiliza. Además, está empezando a aislarse de su red de apoyo.